A lo largo de estos años, he practicado y experimentado diferentes tradiciones, escuelas, métodos o puntos de vista sobre el Yoga. Pongo lo mejor de mí en honrar la sabiduría sagrada que crece en todes y cada une de quienes practican con un corazón sincero. Continúo aprendiendo y explorándome a mí misme, mi presente, mi cuerpo, mi yo-y-la-unidad-divina a través de diferentes escuelas y maestrxs y días y noches de estudio.
Uno de los más transformadores de estos estudios en mi camino fue (es) el método Trauma Sensitive Yoga. Esto, no sólo por el enfoque empoderador y sanador que aporta a cada superviviente de trauma y practicante de yoga, sino por mi propia experiencia de tránsito por estas grupalidades, al darme cuenta de lo mucho que no puedo seguir siendo parte de estructuras jerárquicas, no importa lo seguras y responsables que se presenten a sí mismas. Así, después de ese camino de autoaceptación, empecé un montón de nuevos proyectos que pudieran guardar coherencia con mis necesidades y mi forma de estar en el mundo. Así nace esta inciativa y también Anarka Yoga, Yoga sin Guru y Anarka Magia.